COCHABAMBA, Bolivia
Los gobiernos izquierdistas de Bolivia, Ecuador y Venezuela acusaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de defender intereses políticos y económicos contrarios a sus estados, e iniciaron una campaña en la OEA para recortar sus poderes.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el marco de la Asamblea General de la OEA en la ciudad boliviana de Cochabamba, cuestionó a la CIDH, la señaló como defensora de la «libertad de extorsión del periodismo» y pidió urgentes reformas que acaben con «su espíritu de ONG» que sirve a corporaciones.
La CIDH, que tiene su sede en Washington como parte del sistema interamericano, funciona en forma autónoma a la OEA y sus críticos informes han molestado en el pasado a dictaduras de derecha que gobernaron en Latinoamérica durante la década de 1970 y parte de los años de 1980.]]>