LA PAZ
El presidente de Bolivia, Evo Morales, soporta esta semana un fuerte embate de los movimientos sociales, con un paro de 48 horas del transporte que comenzó el lunes y una huelga general de tres días convocada por la central obrera desde el miércoles, protestas que el gobierno atribuye a la oposición política.
La huelga de choferes -que se opone a la vigencia de una ley municipal que reglamenta el transporte y tránsito urbano de La Paz- paralizó completamente a la ciudad, con episodios esporádicos de choques con usuarios que se desplazaron a pie a sus centros de trabajo.
Los choferes rechazan que la nueva legislación -aprobada por el municipio- regule las rutas, las paradas y los horarios de servicio, además de obligarles a cumplir las normas de circulación y a llevar puesto el cinturón de seguridad, entre otros requerimientos.
Ante la contundencia de la protesta, el Gobierno se vio obligado a suspender las clases en instituciones educativas y a autorizar jornada continua en las actividades laborales públicas y privadas.]]>